1.Sudáfrica (Entrada 7)
La soledad es interesante. Me habla en silencio y me cuenta quien soy; me escucha y me deja ser; y me sigue a donde vaya en forma de sombra. Ella es una muy buena amiga. Nos reímos juntos, lloramos juntos, nos emocionamos juntos, comemos y dormimos juntos. Es casi como si fueramos la misma persona... A veces siento que lo somos...
Aún así, teniendo una tan excelente compañía, a veces siento la necesidad de compartir una experiencia, situación, ataredecer o amanecer, una comida o una risa con alguien cercano. Sí, comparto momentos con los locales que voy conociendo por el camino, pero a veces es necesario compartir con una cara conocida...
¡Esa cara conocida llegó! Se llama Mai. Vino desde Argentina a viajar conmigo y llenarse el alma de experiencias vitales. Llegó a Merweville, donde yo la esperaba (ahora se entiende por qué me quedé tanto tiempo ahí), y decidimos venir a Cape Town así ella podía conocer la ciudad y montaña. Hace tres meses mi viaje empezaba aquí mismo, con miedo y entusiasmo. Ahora vuelvo a empezar, mejor dicho...¡ahora volvemos a empezar! La excitación del inicio de viaje ahora llena nuestros cuerpos.
"Si no seguimos nuestra intuición, ¿qué seguimos? ¿Qué nos mueve a tomar una decisión?¿Cuándo nos tornamos automáticos?"
Una vez Mai me mandó esa frase que ella misma escribió. Me pareció muy profunda, verdadera y representa el impulso que nos hace estar viajando juntos hoy.
Con Mai nos conocimos en Febrero. Yo estaba trabajando en la pileta de natación y ella vino a tomar clases. Sentí algo especial cuando la vi...no era cómo se veía, era algo "esencial, invisible a los ojos", como diría el Principito. Decidí entonces invitarla a caminar o a andar en bicicleta a algún lado. Fuimos experimentando tanto placer y bienestar al estar compartiendo momentos, que, unos días antes de irme, medio en chiste y no tan chiste, empezamos a decir que tendría que venir a visitarme a África. Un día, el "chiste" dejó de ser chiste y llegó a ser una realidad.
Recuerdo que mi mamá un día me dijo, "si tenés que tomar una decisión, ésta tiene que hacerte sentir en calma; si te genera inquietud o intranquilidad, significa que no es la mejor decisión en esa determinada situación." A pesar de haber estado pensando y planeando "mi viaje" por África durante más de un año y medio, calma fue lo que sentí al imaginarme viajando con Mai. La decisión ya estaba tomada... quería compartir esta experiencia con ella. Cuando nos conocimos, Mai tenía un viaje en mente, con el cual no se terminaba de convencer, algo no le cerraba. Cuando le propuse unirse a este viaje, le sentó bien, se sintió en calma. La idea de "¿qué hubiese pasado si...?" es algo con lo que ella no quería vivir. Dejó su trabajo, vendió el auto y siguió su intuición hacia una vida llena de momentos y memorias imborrables que no ocupan lugar en el equipaje.
Seb Knudtsen
Junio 2019
Aún así, teniendo una tan excelente compañía, a veces siento la necesidad de compartir una experiencia, situación, ataredecer o amanecer, una comida o una risa con alguien cercano. Sí, comparto momentos con los locales que voy conociendo por el camino, pero a veces es necesario compartir con una cara conocida...
¡Esa cara conocida llegó! Se llama Mai. Vino desde Argentina a viajar conmigo y llenarse el alma de experiencias vitales. Llegó a Merweville, donde yo la esperaba (ahora se entiende por qué me quedé tanto tiempo ahí), y decidimos venir a Cape Town así ella podía conocer la ciudad y montaña. Hace tres meses mi viaje empezaba aquí mismo, con miedo y entusiasmo. Ahora vuelvo a empezar, mejor dicho...¡ahora volvemos a empezar! La excitación del inicio de viaje ahora llena nuestros cuerpos.
"Si no seguimos nuestra intuición, ¿qué seguimos? ¿Qué nos mueve a tomar una decisión?¿Cuándo nos tornamos automáticos?"
Una vez Mai me mandó esa frase que ella misma escribió. Me pareció muy profunda, verdadera y representa el impulso que nos hace estar viajando juntos hoy.
Con Mai nos conocimos en Febrero. Yo estaba trabajando en la pileta de natación y ella vino a tomar clases. Sentí algo especial cuando la vi...no era cómo se veía, era algo "esencial, invisible a los ojos", como diría el Principito. Decidí entonces invitarla a caminar o a andar en bicicleta a algún lado. Fuimos experimentando tanto placer y bienestar al estar compartiendo momentos, que, unos días antes de irme, medio en chiste y no tan chiste, empezamos a decir que tendría que venir a visitarme a África. Un día, el "chiste" dejó de ser chiste y llegó a ser una realidad.
Recuerdo que mi mamá un día me dijo, "si tenés que tomar una decisión, ésta tiene que hacerte sentir en calma; si te genera inquietud o intranquilidad, significa que no es la mejor decisión en esa determinada situación." A pesar de haber estado pensando y planeando "mi viaje" por África durante más de un año y medio, calma fue lo que sentí al imaginarme viajando con Mai. La decisión ya estaba tomada... quería compartir esta experiencia con ella. Cuando nos conocimos, Mai tenía un viaje en mente, con el cual no se terminaba de convencer, algo no le cerraba. Cuando le propuse unirse a este viaje, le sentó bien, se sintió en calma. La idea de "¿qué hubiese pasado si...?" es algo con lo que ella no quería vivir. Dejó su trabajo, vendió el auto y siguió su intuición hacia una vida llena de momentos y memorias imborrables que no ocupan lugar en el equipaje.
Seb Knudtsen
Junio 2019
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