1.Sudáfrica (Entrada 11)
Siempre me gusta decir que cuando se comparten las historias de viaje, los momentos fáciles pierden importancia en contraposición con los difíciles, los cuales se tornan interesantes y hasta graciosos en algunas ocasiones. Puede que en el momento sea duro física y/o psicológicamente, pero encarándolo con un pensamiento correcto y positivo, aún se puede disfrutar el durante, aún más el después, y no frustrarse para las próximas ocasiones.
-"Wow, mirá ese camino" le dije a Mai mientras mirabamos el mapa para decidir por dónde continuar el día siguiente. -"Va por el filo de la montaña y pasa para el otro lado... ¡WOW!" Y sí, iba a ser bellísimamente duro, pero altamente gratificante. Empezamos a subir y subir. Atrás quedaba el mar, y en frente teníamos una montaña que atravesar. Fuimos siguiendo caminos alternativos en buenas condiciones hasta llegar a los últimos 10km. Ahí empezaba lo bueno... un camino 4x4, empinado y con mucho viento.
-"Wow, mirá ese camino" le dije a Mai mientras mirabamos el mapa para decidir por dónde continuar el día siguiente. -"Va por el filo de la montaña y pasa para el otro lado... ¡WOW!" Y sí, iba a ser bellísimamente duro, pero altamente gratificante. Empezamos a subir y subir. Atrás quedaba el mar, y en frente teníamos una montaña que atravesar. Fuimos siguiendo caminos alternativos en buenas condiciones hasta llegar a los últimos 10km. Ahí empezaba lo bueno... un camino 4x4, empinado y con mucho viento.
¿Quién querría empujar una bicicleta entre piedras, atravesando una montaña con el viento fuerte y frío en la cara? ¿Por qué no ir simplemente por la ruta de asfalto y ya? Ahí está el tema... ¿Por qué ir por la alternativa fácil, por donde van todos, si puedo tomar un camino extremadamente demandante, tanto mental y físicamente, rodeado de montañas, valles y silencio, y llevarme un imborrable recuerdo para el resto de mis días? Ahí es donde está la libertad. El poder de elección que todos tenemos sobre nuestros pies. A veces es el miedo el que nos tiene atados y nos hace actuar de forma tradicional, el famoso "como hace todo el mundo", y así dejar de ser responsable de nuestras decisiones y caminar ciegamente el día a día... Si se ve un poquito, solo un poquito más allá, hay infinitas formas de hacer las cosas. Volvamos a la pregunta... ¿Cuál es el sentido de la vida? Como si solo hubiera uno. ¿Por qué no preguntarse en cambio...? ¿Cuál es el sentido que yo le doy a mi vida? Ahí está el truco, la manera en que se formula la pregunta, y el saberse dueño de todas y cada una de las decisiones.
Bueno, volviendo a la montaña... por momentos el cansancio era tal que teníamos que frenar a respirar, mirar alrededor, pensar... "¡Mirá donde estamos!", absorber energía del valle, y seguir unos cuantos metros más. Llegamos arriba y decidimos acampar ahí. Despertarse en un lugar así es increíble. Todo el esfuerzo del día anterior fue recompensado.
Bueno, volviendo a la montaña... por momentos el cansancio era tal que teníamos que frenar a respirar, mirar alrededor, pensar... "¡Mirá donde estamos!", absorber energía del valle, y seguir unos cuantos metros más. Llegamos arriba y decidimos acampar ahí. Despertarse en un lugar así es increíble. Todo el esfuerzo del día anterior fue recompensado.
Dos días más tarde empezó nuestro triple cruce a la montaña Swartberg. Yo ya había cruzado varias veces por dos pasos distintos y quería que Mai lo experimente también:
1ro) Cruzamos de lado a lado la montaña por unas vías de tren que la atraviesan. Un cañadon de paredes verticales rojizas, un río seco y el sentirse literalmente adentro de la montaña fue asombroso.
1ro) Cruzamos de lado a lado la montaña por unas vías de tren que la atraviesan. Un cañadon de paredes verticales rojizas, un río seco y el sentirse literalmente adentro de la montaña fue asombroso.
2do) Al igual que el primero, cruzamos la montaña por un cañadon. Esta vez por una ruta de asfalto que cruza un mismo río más de veinte veces. La noche anterior dormimos justo antes de hacer el cruce. A la mañana, como a las 6.30 am empezaba a tener frío en la carpa; me levanté y encendí un fuego. Menos seis (-6°C) marcaba el termómetro. Nada que un fuego no pueda calentar...
3ra) Fue la única vez que pasamos la montaña por arriba. Swartberg pass (1583msnm). Es el mismo paso que hice hace cuatro meses atrás, antes de llegar a Merweville por primera vez (ver Entrada 3); el mismo que hice cuando volvía a Merweville después de una vuelta de seis días (ver Entrada 6); y el mismo que hice cuando volvía de George de extender mi visa (ver Entrada 6). El mismo paso de siempre, pero ahora era distinto; esta vez fue con Mai. El Swartbergpass fue un sí o sí desde el día uno. No tengo palabras para describir como se siente subirlo y bajarlo por un cañadon en el lado norte de la montaña; y ni hablar de lo que fue acampar en ese cañadon.
La montaña Swartberg me ha atrapado, hay tanto que quiero ver que sé que voy a volver a seguir explorándola.
Llegamos unos días más tarde a Merweville para compartir unos últimos días con nuestra familia sudafricana antes de seguir con rumbo norte a... por fin, luego de cuatro meses: Sutherland...
Seb Knudtsen
Agosto 2019
La montaña Swartberg me ha atrapado, hay tanto que quiero ver que sé que voy a volver a seguir explorándola.
Llegamos unos días más tarde a Merweville para compartir unos últimos días con nuestra familia sudafricana antes de seguir con rumbo norte a... por fin, luego de cuatro meses: Sutherland...
Seb Knudtsen
Agosto 2019
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